Después de graduarme, decidí
estudiar enfermería, ciencia que creía
era mi vocación y por la que sentía gran pasión, aspectos que fueron cambiando a medida que fuí haciendo las
prácticas y fuí conociendo más de ésta. Pues,
el ideal de toda una vida se fue deteriorando porque me di cuenta que la
enfermería no era lo mío. A pesar de que no la ejercido, puedo asegurar que fue
una experiencia muy bonita y nunca está demás
todos los conocimientos que vamos adquiriendo con el tiempo.